domingo, 14 de marzo de 2010

Capítulo 11.- De las Danzas de Salomé Y El Vidrio Color Verde

La paciente llega gritando como siempre, se presenta en pantuflas con el pelo aplastado revelando que acaba de levantarse, la ropa está llena de pelusas, habla a gritos desde la entrada deja su bolsa en la sala de espera entra al baño gritando …¡ estoy furiosa! que bueno que pude regresar a México para venir a verte, bueno en realidad vine porque me invitaron a una comida mis amigas las borrachas, las más alegres y dicharacheras,,, Ella la espera en silencio escuchando de pie dentro del consultorio, la paciente entra y tira su bolsa en el piso, saca una botella de agua, toma un trago, se saca las pantuflas que son altas como botas, sigue hablando durante todo este proceso, se recuesta disertando sobre comida, narra que está furiosa con el arquitecto por que cuando ella no estaba le modificó el piso de la entrada, habla velozmente , …es un desgraciado, lo hizo por joder y se puso de acuerdo con mi marido, sin consultarme, hicieron los cambios precisamente cuando yo estaba dormida, mi marido sabía que me había desvelado con mis cuatas, el sabe perfecto, que cuando me desvelo, me levanto tardísimo, hay como me encanta dormir, me cuesta tanto trabajo, ya le dije al psiquiatra que “no me sirven su porquería de pastillas”, bueno en realidad se lo voy a decir, pero ya las dejé de tomar, es una lástima era una entrada preciosa y la dejaron hecha una porquería, yo quería que fuera así minimalista y le pusieron un montón de porquerías, quesque coloniales, pero bueno, feo no quedó, además es bueno que él aporte algo para que se sienta cómodo, porque yo me lo quiero llevar a vivir a Valle, es una vida tranquila, pobrecito,,, escucha a su paciente y piensa en Judith y Holofernes, esa dualidad en la que se debate la vida y la muerte, donde la mujer puede y busca castrar, vengar, subordinar, piensa en Salomé y San Juan, recuerda que hace años leyó un caso en que se describe el síndrome de Salomé, y le pregunta, …¿te gusta pobretearlo?,,, contesta …sí jeje, pobre, ya está viejo, ¡se le ha hecho una panza! ja ja, aunque era guapo y sigue siendo un hombre distinguido, desde que lo conocí supe que él era putero, porque se monta y se viene,,, …¿y eso cómo te hace sentir?,,, …pues realmente me da mucho coraje, y ahora, ya ni eso puede hacer. Además es un cobarde cuando hay problemas con la familia me manda por delante a averiguar. Pero no lo enfrento me aguanto incluso a veces sí me llegué a dar cuenta que tenía algún amorío, pero mientras no fuera muy estable, bueno, que me lo quitaran de encima un rato,,,
Ella tardó algunos años en descifrar las claves pero finalmente, después de haber copiado treinta manuscritos, logró comprender que el alfabeto árabe tiene 28 letras, que la forma de las letras varía, según la posición que ocupen en la palabra: forma inicial, forma medial, y la forma final, varias letras árabes tienen la misma forma y sólo las distingue el número y ubicación de puntos, supo que hay 18 formas básicas para las 28 letras. La destreza de sus trazos se pulió creando incluso un estilo personal particularmente bello, Ella encontraba los documentos que debía copiar siempre sobre una pequeña mesa, junto a ellos pilas de hojas en fajos separados y envueltos en seda solo los papeles hechos a mano de algodón puro, algunas botellas con tinta, y los cálamos. Ella ahora sabia que fueron los poetas Agduvisum los que le forjaron este nuevo destino.
La biblioteca coránica es un importante cenáculo de los intelectuales marroquíes, reúne doctos, estudiosos y románticos, seres con utopías sobre la palabra, sobre la belleza, Son los poetas los que aspiran a decir algo que transforme, que haga metamorfosis del los seres, los poetas árabes hacen sonidos granate con aspiraciones quiméricas y fue uno de estos seres el que descubrió los gestos trazos ajedrecísticos de Ella y se conmovió, más que por su orfandad, por su talento, fue por su calidad de escribana lo que logró mantenerla protegida del destino que parecía tener, sin embargo en la negociación sobre las cualidades y destrezas que debía cultivar se acordó que, aunque se dedicaría fundamentalmente a la caligrafía, la escritura, la literatura, y a la transcripción de cualquier documento que fuera menester, y se dejó bien claro que nunca del texto sagrado, se acodó también que se le exigiría como a las demás que debía danzar, tocar un instrumento, así como cocinar desde la matanza y la cosecha, hasta presentar la mesa para príncipes y reyes, así que, aunque gustosa se hubiera entregado a la escritura o a el ajedrez, debía atender a las lecciones de danza de las odaliscas, a las de música hasta dominar un instrumento con soltura y gracia, apenas le alcanzaba el día para ir de un lugar a otro, pero por las tardes y la noche cuando los hombres llegaban ella debía recogerse, Ella disfrutaba ese tiempo para sí, deleitándose en la caligrafía que alcanzaba maestría, con frecuencia desarrolla nuevos trazos que la conmueven hasta las lágrimas, pero a pesar de esta condición, se intrigaba por la vida de las demás, por lo que sucedía en las tardes y noches, por eso empezó discretamente a recorrer el camino hacia la grieta, sube por las escaleritas curvas, camina por los azoteas suavemente con sigilo, sintiendo se afilia lo que no le está permitido, porque sube pero no para ver a través de ella, sino para mirar por las ventanitas de las cúpulas lo que tuvieran que ofrecerle, odaliscas danzando, cantando, tocando instrumentos, o eróticos encuentros que le abrieron un horizonte más amplio y vívido que la grieta que mira al desierto, y fueron esas ventanitas las que le permitieron entender la poesía de Abugalban que hablaba de humedades, de vellosidades, de honduras y prominencias, de dedos agiles y éxtasis convulsos, las ventanitas la acompañaron en la exploración de sus propias voluptuosidades, de la lengua y de los sueños propios con las artes ajenas, conoció las destrezas de los hombres y las de las mujeres, supo que los encuentros podían ser pobres o majestuosos como el propio edificio que la albergaba.
Cuando su paciente hablando de su esposo refiere que él “se monta y se viene”, Ella sabe la pobreza y la ira que encierra ese vínculo, sabe la cosificación mutua, la miseria de los seres envueltos en esa rutina de expeliciones , automáticas y menesterosas, sabe que es precisamente este, el caldo en el que se robustece la rabia y la locura, es donde no hay sujetos, sino expelientes entidades. Sin embargo, no se engaña sabe que en la relación sexual llega al momento egoísta, egocéntrico, al momento donde priva el acontecimiento, más que la empatía, donde él otro es para ser usado y que los amantes salen de esa convulsión reconciliándose con el otro, salen de ese ensimismamiento orgásmico como quien despierta de un sueño diurno y real, y que con caricias, con crónicas del mérito, con adjetivaciones piropescas, se reencuentran con él que hallan en ese lecho en que vivieron solos la colisión con el éxtasis.

Le pregunta a su paciente …¿ descansas cuando no tienes relaciones sexuales con él?,,, La paciente le contesta contrariada, …Es que realmente es un pésimo amante,,, e inicia una crónica de su vida sexual, revela que siempre estaba buscando alguien que la salvara de su circunstancia familiar, donde se vivió como estorbo, se vivió como niña abandonada, buscaba en un hombre y en otro la boya que la mantuviera a flote. Ella le dice, …parece que has vivido la vida sexual para cosas distintas al sexo, para que te salven, para que te amparen,,, La paciente dice sí yo sabía que era bonita y que eso me iba a dar un marido que me mantuviera,,, Ella lo que escucha es a una mujer cuyas relaciones sexuales no han sido por el deseo, por el placer, pero la paciente dice a manera de confidencia …!¿pero sabes, una vez tuve un amante! ese hombre si era maravilloso me iba quesque a hacer ejercicio, lo encontraba y nos íbamos al hotel, ha por primera vez en mi vida supe lo que era hacer el amor, era delicioso, pasábamos horas,,, …Ella le dice hasta que conociste a ese hombre eras virgen,,, La paciente guarda silencio que es muy raro en ella y finalmente dice …!pues si verdad! porque lo demás es una tristeza, ha pero yo llegaba a mi casa mansita, mansita, con un pánico, pero fue lo mejor que me ha pasado en la vida, ¡ha pero eso sí, dejar a mi marido nunca, si me saqué la lotería! bueno lo quiero mucho, pero sé qué clase de animal tengo.
Ella le dice tener relaciones sexuales que no te gustan, es agotador. La paciente asiente con la cabeza fuertemente y dice gritando, interrumpiendo la interpretación …!sí , sí, sí! es espantoso pero yo lo ordeño, no dejo que se vaya cargado para que no me fallé,,,, Ella repite …tener relaciones sexuales que no te gustan, es agotador,,, la paciente la interrumpe de nuevo a gritos …!hay que pena! no te dije que hoy no te voy a pagar, porque no me dio dinero mi marido, es que me cuesta tanto sacarle el dinero,,, Ella le dice …claro porque tener relaciones sexuales que no te gustan, es agotador, bueno ya terminamos nos vemos la próxima semana,,, la paciente se levanta del diván aparatosamente, abre su bolsa y hurga finalmente, saca un cheque y mientras extiende la mano y lo entrega, dice …hay si sí lo traía, ¡qué barbará!, bueno, nos vemos, ¡que Dios te bendiga!,,,

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